La ley de Dios es perfecta, 2 de febrero
Las leyes que Dios dio antaño a su pueblo eran más sabias, mejores
y más humanas que las de las naciones más civilizadas de la tierra. Las leyes
de las naciones tienen las características de las debilidades y pasiones del
corazón irregenerado, mientras que la ley de Dios lleva el sello divino.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 497. HHD 41.2
Dice el salmista: “La ley de Jehová es perfecta”. ¡Cuán
maravillosa en su sencillez, en lo fácil de comprender, y en su perfección es
la ley de Jehová! Es tan breve que fácilmente se puede aprender de memoria cada
precepto de ella, y no obstante tan abarcante que expresa toda la voluntad de
Dios y tiene que ver no solamente con los actos externos, sino con los
pensamientos y las intenciones, los deseos y las emociones del corazón. Las
leyes humanas no pueden hacer esto. Sólo pueden referirse a los actos externos.
Un hombre puede ser transgresor, y a pesar de eso, ocultar sus delitos de los
ojos humanos; puede ser criminal, ladrón, asesino o adúltero, pero mientras no
se lo descubra, la ley no lo puede condenar como culpable... HHD 41.3
La ley de Dios es sencilla y fácil de comprender. Si los hijos de
los hombres quisieran obedecer esta ley de la mejor manera posible, obtendrían
fortaleza mental y capacidad de discernimiento para comprender aún más los
propósitos y los planes de Dios. Y este progreso continuaría no solamente
durante la vida actual, sino durante las edades eternas; porque no importa cuánto
se avance en el conocimiento de la sabiduría y del poder de Dios, siempre hay
una infinidad por delante que recorrer.—The
Signs of the Times, 10 de enero de 1911.
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