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Mostrando entradas de enero 28, 2020

Los decretos de los hombres contra los de Dios

Los decretos de los hombres contra los de Dios, 27 de agosto Ester 3. Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo. Apocalipsis 12:17. CV 245.1 Mediante la reina Ester, el Señor llevó a cabo una gran liberación de su pueblo. En un momento cuando parecía que ningún poder podía salvarlo, Ester y las mujeres que la acompañaban, mediante el ayuno, la oración y la acción inmediata, enfrentaron el problema y trajeron salvación a su pueblo.—The S.D.A. Bible Commentary 3:1140. CV 245.2 Los momentos penosos que vivió el pueblo de Dios en tiempos de Ester no caracterizan sólo a esa época... El mismo espíritu que en siglos pasados indujo a los hombres a perseguir la iglesia verdadera, los inducirá en el futuro a seguir una conducta similar para con aquellos que se mantienen leales a Dios... El decreto que se promulgará finalment

Cristo padeció siendo tentado

Cristo padeció siendo tentado, 28 de enero Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham. Hebreos 2:16. AFC 36.1 No necesitamos colocar la obediencia de Cristo por sí misma, como algo para lo cual él estaba particularmente adaptado, por su especial naturaleza divina, pues estuvo delante de Dios como representante del hombre y fue tentado como sustituto y seguridad del hombre. Si Cristo hubiera tenido un poder especial que no pudiera tener el hombre, Satanás se habría aprovechado de ese asunto. La obra de Cristo fue arrebatar de las demandas de Satanás su dominio sobre el hombre, y podía hacer esto únicamente en la forma en que vino: como hombre, tentado como hombre, obedeciendo como hombre.—Manuscrito 1, 1892. AFC 36.2 Ojalá comprendiéramos el significado de las palabras: Cristo “padeció siendo tentado”. Vers. 18. Al paso que estaba libre de la mancha del pecado, la refinada sensibilidad de su santa naturaleza al ponerse en c