"Que nadie piense que su conducta no necesita un cambio. ... Nadie puede andar con seguridad a menos que desconfíe del yo, y que esté constantemente contemplando la Palabra de Dios, estudiándola con el corazón dispuesto a ver sus propios errores y a conocer la voluntad de Cristo, y orando para que se haga en ellos, por ellos y mediante ellos. Muestran que su confianza no está en sí mismos, sino en Cristo. Tienen la verdad como un tesoro sagrado, capaz de santificar y refinar, y constantemente procuran poner su conducta y sus palabras en armonía con sus principios.—The Review and Herald, 12 de abril de 1892."
Génesis 1:29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. Ezequiel 4:9,11 Y tú toma para ti trigo, cebada, habas, lentejas, millo y avena, y ponlos en una vasija, y hazte pan de ellos el número de los días que te acuestes sobre tu lado; trescientos noventa días comerás de él. Y beberás el agua por medida, la sexta parte de un hin; de tiempo en tiempo la beberás