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Mostrando entradas de diciembre 21, 2019

Brillantes rayos de gloria

Brillantes rayos de gloria, 21 de diciembre Y el resplandor fue como la luz; rayos brillantes salían de su mano; y allí estaba escondida su fortaleza.  Habacuc 3:4 .   FV 363.1 “Mediante el éxito que tuvo al desviar al hombre de la senda de la obediencia, Satanás llegó a ser ‘el dios de este siglo.’ Pasó al usurpador el dominio que antes fuera de Adán. Pero el Hijo de Dios propuso que vendría a esta tierra para pagar la pena del pecado, y así no sólo redimiría al hombre, sino que recuperaría el dominio perdido.”— La Historia de Profetas y Reyes, 502 .   FV 363.2 “‘Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra han pasado.’ El fuego que consume a los impíos purifica la tierra. Desaparece todo rastro de la maldición. Ningún infierno que arda eternamente recordará a los redimidos las terribles consecuencias del pecado.   FV 363.3 “Sólo queda un recuerdo: nuestro Redentor llevará siempre las señales de su crucifixión. En su cabeza herida, en su c

Recibiremos la corona de vida

Recibiremos la corona de vida, 21 de diciembre Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.  Santiago 1:12 .   HHD 364.1 Hablad de las cosas celestiales. Hablad de Jesús, de su piedad y su gloria, y de su amor imperecedero por vosotros, y permitid que de vuestro corazón mane amor y gratitud hacia él, que murió para salvaros. ¡Oh, estad listos para encontrar a vuestro Señor en paz! Aquellos que estén preparados, pronto recibirán una corona inmarcesible de vida, y morarán eternamente en el reino de Dios, con Cristo, con los ángeles, y con aquellos que han sido redimidos por la preciosa sangre de Cristo.— The Youth’s Instructor, 12-1852 .   HHD 364.2 Se coloca ... una corona de gloria sobre aquellos que esperan, aman y anhelan el aparecimiento del Salvador. Los que esperan son los que serán coronados de gloria, honor e inmortalidad. No necesitáis hablar... de los honor

La fe sencilla nos une con Dios

La fe sencilla nos une con Dios, 21 de diciembre Consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús.  Romanos 6:11 .   EJ 363.1 Hermanos míos, estamos viviendo en un período muy solemne de la historia de la tierra. Nunca es tiempo de pecar; siempre es peligroso continuar en la transgresión; pero en un sentido especial esto es cierto en el tiempo actual. Estamos ahora en los mismos umbrales del mundo eterno, y nuestra relación hacia el tiempo y la eternidad es más solemne que nunca antes. Investigue cada uno su propio corazón, y ruegue que los brillantes rayos del Sol de justicia disipen toda tiniebla espiritual, y limpien de toda contaminación. “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”. Por la fe, al margen de nuestros sentimientos, Jesús, el autor de nuestra salvación, el consumador de nuestra fe, por su preciosa gracia, fortalecerá las facultades morales, y los pecadores pueden considerarse

¡Demasiado tarde!

¡Demasiado tarde! 21 de diciembre Entre tanto que se dice: Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación.  Hebreos 3:15 .   ELC 364.1 Oh, quién podrá describiros los lamentos que se levantarán cuando en el límite que divide el tiempo y la eternidad el Juez justo alce su voz y diga: “Es demasiado tarde”. Largo tiempo han permanecido abiertas las amplias puertas del cielo y los mensajeros celestes han invitado y suplicado: “Y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente”.  Apocalipsis 22:17 . “Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestro corazón”.  Salmos 95:7, 8 . Pero al fin se publica el mandato: “El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía”.  Apocalipsis 22:11 .   ELC 364.2 La puerta del cielo se cierra, y cesa la invitación para la salvación. En el cielo se dice: “Hecho es”. Ese tiempo no está lejano. Os

Nunca necesitaremos cambiar nuestro mensaje

Nunca necesitaremos cambiar nuestro mensaje, 21 de diciembre “Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres”.  Mateo 15:9 .   CT 364.1 Mi alma está muy agobiada, porque sé lo que nos espera. Todo engaño concebible será traído sobre los que no tengan una relación cotidiana y viviente con Dios. En nuestra obra no debe presentarse ningún asunto secundario, a menos que las ideas pertinentes hayan recibido un cuidadoso examen, y que pueda asegurarse en qué fuente se han originado. Los ángeles de Satanás son sabios para hacer el mal, y ellos crearán lo que algunos pretenderán que es luz avanzada, y lo proclamarán como algo maravilloso; sin embargo, aun cuando en ciertos aspectos el mensaje es verdad, estará mezclado con invenciones de hombres y enseñará como doctrinas mandamientos de hombres... Muchas cosas aparentemente buenas necesitarán considerarse cuidadosamente con mucha oración, porque son invenciones especiosas del enemigo, que tienen la finalidad de

Protegidos por los ángeles

Protegidos por los ángeles, 21 de diciembre Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación.  Isaías 26:20 .   DNC 364.1 En el día de la dura prueba [Cristo] dirá: “Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; encóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación”. ¿Cuáles son las cámaras en las cuales habrán de esconderse? Son la protección de Cristo y sus ángeles. El pueblo de Dios no estará en ese tiempo en un solo lugar. Formará grupos esparcidos por toda la tierra.   DNC 364.2 Vi a los santos abandonar las ciudades y los pueblos, y juntarse en grupos para vivir en los lugares más apartados. Los ángeles les proveían comida y agua, mientras que los impíos sufrían hambre y sed.   DNC 364.3 Durante la noche pasó ante mí una escena sumamente impresionante. Parecía haber gran confusión y lucha de ejércitos. Un mensajero del Señor se paró ante mí