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Mostrando entradas de mayo 12, 2022

El Cristo Triunfante

"Jamás se pronunció un perdón incondicional del pecado; y nunca lo habrá. Un perdón de esa magnitud implicaría el abandono de los principios de justicia que son el fundamento del gobierno de Dios..."

En los Lugares Celestiales

El ayudador divino, 12 de mayo https://ift.tt/C4Ud1ji Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. 1 Corintios 2:10. Cuanto más nos atengamos a la sencillez de la verdad, con tanta mayor seguridad comprenderemos su profundo significado. Si el corazón está bajo la inspiración del Espíritu de Dios puede decir: “La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples”. Salmos 119:130. Esto significa que la palabra es interpretada por el Espíritu Santo, no solamente como si el estudiante la leyera con atención. No es la mera letra de las palabras lo que da luz y entendimiento, sino que la Palabra es escrita de una manera especial en el corazón, aplicada por el Espíritu Santo. Cuando se comunica la luz a otros, la mente y el corazón consagrados reciben una mayor medida de comprensión... Cuanto más lugar uno le dé a la entrada de la Palabra de Dios, tanto más será enriquecido intelectual y espiritualmente. Ten

Dios nos Cuida

Una vida de fortaleza, 12 de mayo https://ift.tt/azBsMAw Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar. Juan 9:4. La vida cristiana no consiste meramente en el ejercicio de la humildad, la paciencia, la mansedumbre y la bondad. Uno puede poseer estos preciosos y amables rasgos, y sin embargo faltarle nervio y espíritu, y ser casi inútil cuando la obra es difícil. A tales personas les falta una actitud positiva, energía, solidez y fortaleza de carácter que las capacitarían para resistir el mal y las convertirían en un poder en la causa de Dios. Jesús fue nuestro ejemplo en todas las cosas, y fue un trabajador ferviente y constante. Comenzó su vida de utilidad en la niñez. A los doce años ya estaba ocupado “en los negocios de su Padre”. Entre los doce y los treinta años, antes de que comenzara su ministerio público, vivió una vida de activa laboriosidad. Jesús nunca estuvo ocioso en su ministerio. Dijo: “Debo o

A Fin de Conocerle

Un oyente santo, 12 de mayo https://ift.tt/SQOnWb0 Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda. Salmos 139:4. Cada hora del día debiéramos comprender que el Señor está cerca, que ve todo lo que hacemos y oye cada palabra que pronunciamos. ... Las palabras vulgares, terrenales, no cristianas pueden ser representadas como “fuego extraño”, y con ellas Dios no puede tener nada que hacer. La bulliciosa y estrepitosa risa es una negación de Dios en el alma; pues revela que la verdad no rige en el corazón. ... Por nuestras vanas palabras y ejemplo no cristiano deshonramos a Dios y ponemos en peligro no sólo nuestra propia alma sino también el alma de aquellos con quienes nos relacionamos. El ejemplo que Cristo ha dado al mundo prohíbe toda liviandad y vulgaridad; y si la vida ha de ser hecha fragante por la gracia de Dios, no aparecerán esos elementos. Una alegría genuina, una influencia elevadora, fluirán de todos los que aman a Dios y guardan sus mandam

Adventech

Comentarios Elena G.W para la Escuela Sabática https://ift.tt/mp0zSFW Dos de los mensajeros celestiales se marcharon dejando a Abrahán solo con Aquel a quien reconocía ahora como el Hijo de Dios. Y el hombre de fe intercedió en favor de los habitantes de Sodoma. Una vez los había salvado mediante su espada, ahora trató de salvarlos por medio de la oración. Lot y su familia habitaban aun allí; y el amor desinteresado que movió a Abrahán a rescatarlo de los elamitas, trató ahora de salvarlo de la tempestad del juicio divino, si era la voluntad de Dios. Con profunda reverencia y humildad rogó: “He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor, aunque soy polvo y ceniza”. En su súplica no había confianza en sí mismo, ni jactancia de su propia justicia. No pidió un favor basado en su obediencia, o en los sacrificios que había hecho en cumplimiento de la voluntad de Dios. Siendo él mismo pecador, intercedió en favor de los pecadores. Semejante espíritu debe tener todos los que se acercan