Adentro estarás salvo, 2 de febrero
Dijo luego Jehová a Noé:entra
tú y toda tu casa en el arca; porque a ti he visto justo delante de mí en esta
generación. Génesis 7:1. CV 39.1
Noé había seguido fielmente las
instrucciones que había recibido de Dios. El arca se terminó en todos sus
aspectos como Dios lo había mandado, y fue provista de alimentos para los
hombres y las bestias. Y entonces el siervo de Dios dirigió su última y solemne
súplica a la gente. Con anhelo indecible, les rogó que buscasen refugio
mientras era posible encontrarlo. Nuevamente rechazaron sus palabras, y alzaron
sus voces en son de burla y de mofa. De repente reinó el silencio entre aquella
multitud escarnecedora. Animales de toda especie, desde los más feroces hasta
los más mansos, se veían venir de las montañas y los bosques, y dirigirse
tranquilamente hacia el arca. Se oyó un ruido como de un fuerte viento, y he
aquí los pájaros que venían de todas direcciones en tal cantidad que
oscurecieron los cielos, y entraban en el arca en perfecto orden. Los animales
obedecían la palabra de Dios, mientras que los hombres la desobedecían.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 85. CV 39.2
Cuando vieron a las bestias
venir de los bosques hacia la puerta del arca, y a Noé llevarlas adentro,
habían resistido y negado por tanto tiempo el mensaje que Dios les había dado,
que... su conciencia ya no reaccionaba (Carta 108, 1896). CV 39.3
La misericordia dejó de
suplicar a la raza culpable. Las bestias de los campos y las aves del aire
habían entrado en su refugio. Noé y su familia estaban en el arca: “Y Jehová le
cerró la puerta”... La maciza puerta, que no podían cerrar los que estaban
dentro, fue puesta lentamente en su sitio por manos invisibles. Noé quedó
adentro y los que habían desechado la misericordia de Dios quedaron afuera. El
sello del cielo fue puesto sobre la puerta; Dios la había cerrado, y sólo Dios
podía abrirla. Asimismo, cuando Cristo deje de interceder por los hombres
culpables, antes de su venida en las nubes del cielo, la puerta de la
misericordia será cerrada. Entonces la gracia divina ya no refrenará más a los
impíos, y Satanás tendrá dominio absoluto sobre los que hayan rechazado la misericordia
divina. Pugnarán ellos por destruir al pueblo de Dios. Pero así como Noé fue
guardado en el arca, los justos serán escudados por el poder divino. Historia de los Patriarcas y Profetas, 86.* CV 39.4
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