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Mostrando entradas de diciembre 23, 2019

No sólo deben creer, sino cumplir la voluntad de mi padre, 23 de diciembre

No sólo deben creer, sino cumplir la voluntad de mi padre, 23 de diciembre “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos”. Mateo 7:21. Santidad significa perfecta obediencia a la ley de Dios: “Acordarte has...” y “No... harás...” Los que no presten atención a esta ley y la abroguen con sus actos malvados, estarán en rebelión contra Dios y no podrán ser santos... Los que afirman que han sido santificados, ¿están haciendo la obra de Cristo? ¿Han levantado ante el pueblo la ley de Dios que fuera dada en el Sinaí? Afirman que cuentan con el poder de Dios, pero las Escrituras dicen: “¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido.” Isaías 8:20... Otra doctrina que se presentará es la que sostiene que lo único que tenemos que hacer es creer en Cristo: creer en que él ha perdonado nuestros pecados, y que después que hemos sido perdo

Se anuncia el día y la hora

Se anuncia el día y la hora, 23 de diciembre Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.  Mateo 24:36 .   DNC 366.1 Desde el cielo se oye la voz de Dios que proclama el día y la hora de la venida de Jesús, y promulga a su pueblo el pacto eterno. Sus palabras resuenan por la tierra como el estruendo de poderosos truenos.   DNC 366.2 Pronunciaba una frase y se detenía mientras las palabras de la frase retumbaban por toda la tierra. El Israel de Dios permanecía con la mirada fija en lo alto, escuchando las palabras según iban saliendo de labios de Jehová y resonaban por toda la tierra con el estruendo de retumbantes truenos. Era un espectáculo pavorosamente solemne. Al final de cada frase los santos exclamaban: “¡Gloria! ¡Aleluya!”   DNC 366.3 Los 144.000 santos vivientes reconocieron y entendieron la voz; pero los malvados se figuraron que era el fragor de los truenos y el terremoto.   DNC 366.4 El Israel de Dios escucha con los oj

Tened puesta vuestra armadura, 23 de diciembre

Tened puesta vuestra armadura, 23 de diciembre Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo llevaré, yo soportaré y guardaré. Isaías 46:4. La historia de Juan nos proporciona una notable ilustración de cómo Dios puede usar a los obreros de edad. Cuando Juan fue desterrado a la isla de Patmos, muchos le consideraban incapaz de continuar en el servicio, y como una caña vieja y quebrada, propensa a caer en cualquier momento. Pero el Señor juzgó conveniente usarle todavía. Aunque alejado de las escenas de su trabajo anterior, no dejó de ser un testigo de la verdad. Aun en Patmos se hizo de amigos y conversos. Su mensaje era de gozo, pues proclamaba un Salvador resucitado... La más tierna consideración debe abrigarse hacia aquellos cuyos intereses durante toda la vida estuvieron ligados a la obra de Dios. Esos obreros ancianos han permanecido fieles en medio de tormentas y pruebas. Pueden tener achaques, pero aún poseen talentos que los hac

El agua se convierte en vino, 23 de diciembre

Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria. Juan 2:11. Durante la fiesta de bodas, de Caná de Galilea, a la cual asistió Cristo, se descubrió que por alguna causa la provisión de vino no había sido suficiente. Esto produjo mucha perplejidad y pesar. No era lo acostumbrado no servir vino en tales ocasiones, y su carencia podría parecer falta de hospitalidad. Como pariente de los contrayentes, María había ayudado en los arreglos relativos a la fiesta, y en esa ocasión le habló a Jesús para decirle: “No tienen vino”. Juan 2:3. Estas palabras sugerían que él podía satisfacer esa necesidad. Pero Jesús contestó: “¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora”. Vers. 4. La respuesta de Jesús no desanimó a su madre. En el momento debido él haría su parte: “Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere. Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de

Miren solamente a Dios

Miren solamente a Dios, 23 de diciembre Sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.  2 Timoteo 2:22 .   ATO 369.1 Sean todos enseñados a escudriñar las Escrituras, para contemplar siempre a Jesús y no a los instrumentos humanos. La Palabra debe ser nuestra consejera. Es infinita. Si la obedecemos, nos guiará por senderos seguros. Pero la Palabra diluída con ideas humanas no es una guía segura...   ATO 369.2 Estudien la Palabra de Dios individualmente. Podemos enfrentar a Satanás con el arma del “escrito está: al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás”.  Mateo 4:10 . La Biblia es la gran mina de la verdad, y debiéramos trabajar como quienes buscan el tesoro escondido. En ningún caso se debe apartar la atención de esa Palabra...   ATO 369.3 Es ahora cuando cada alma necesita ungir sus ojos con colirio, para ver. Dios no da a nadie la misión de desmerecer y empequeñecer su obra. Nos llama a levantar su verdad, a ennoblecerla,

Moradas para vosotros, 23 de diciembre

Moradas para vosotros, 23 de diciembre No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.  Juan 14:1-3 .   AFC 361.2 Cuando Cristo estaba en la tumba, los discípulos recordaron estas palabras. Meditaron en ellas, y lloraron porque no pudieron medir su significado. Ninguna fe ni esperanza alivió el corazón de los afligidos discípulos. Únicamente acertaron a repetir estas palabras: “Vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis”.   AFC 361.3 Hay mansiones preparadas para todos los que se sometan a la obediencia de la ley divina. Y para que la familia humana no tuviera excusa a causa de las tentaciones de Satanás, Cristo se humanó. El único Ser que era uno con Dios vivió la