Nuestro
amante padre celestial, 1 de febrero
Nosotros empero no tenemos más
de un Dios, el Padre, del cual son todas las cosas, y nosotros en él: y un
Señor Jesucristo, por el cual son todas las cosas, y nosotros en él. 1 Corintios 8:6. FV 40.1
“Señaló Jesús al Gobernador del
universo a sus oyentes, bajo un nuevo nombre: ‘Nuestro Padre.’”—El Discurso Maestro de
Jesucristo, 63. FV 40.2
“Este nombre, pronunciado
cuando le hablamos a él y cuando hablamos de él, es una señal de nuestro amor y
confianza hacia él, y una prenda de la forma en que él nos considera y se
relaciona con nosotros. Pronunciado cuando pedimos un favor o una bendición, es
una música en sus oídos.... FV 40.3
“Nos invita a confiar en él con
una confianza más profunda y más fuerte que aquella que un hijo deposita en un
padre terrenal. Los padres aman a sus hijos, pero el amor de Dios es más
grande, más amplio, más profundo de lo que al amor humano le es posible ser.”—Sketches From the Life of Paul, 128. FV 40.4
“Tal concepto de Dios nunca fue
presentado al mundo por ninguna religión, excepto la de la Biblia. El paganismo
enseña a los hombres a mirar al Ser Supremo como objeto de temor en vez de
amor—una deidad maligna a la que es preciso aplacar por el sacrificio, en vez
de un Padre que vierte sobre sus hijos el don de su amor. Aun el pueblo de
Israel había llegado a estar tan ciego a la enseñanza preciosa de los profetas
referente a Dios, que esta revelación de su amor paternal aparecía como un tema
original, un nuevo don al mundo.... FV 40.5
“No es la posición mundanal, ni
el nacimiento, ni la nacionalidad, ni los privilegios religiosos, lo que prueba
que somos miembros de la familia de Dios; es el amor—un amor que abraza a toda
la humanidad.”—El Discurso Maestro de
Jesucristo, 65. FV 40.6
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