Aceptados en el amado, 16 de febrero
Para alabanza de la gloria de su gracia, con
la cual nos hizo aceptos en el amado. Efesios 1:6. NEV 55.1
El Padre le dió todo el honor a su Hijo, sentándolo a su diestra,
por encima de todos los principados y las potestades. Expresó todo su gozo y
deleite al recibir al Crucificado y al coronarlo de gloria y honor. Y todos los
favores que él ha manifestado a su Hijo, en su aceptación de la gran expiación,
son ofrecidos a su pueblo. Aquellos que han unido sus intereses en amor con
Cristo, son aceptados en el Amado. Sufrieron con Cristo en su humillación más
profunda, y su glorificación es de gran interés para ellos, porque lo han
aceptado. Dios los ama como ama a su Hijo. Cristo, Emmanuel, está entre Dios y
el creyente, revelando la gloria de Dios a sus escogidos, y cubriendo sus
defectos y transgresiones con el ropaje de su propia justicia inmaculada.—Manuscrito 128, 1897. NEV
55.2
“Complácese Jehová en los que le temen, y en los que esperan en su
misericordia”. Salmos 147:11. Pero es únicamente a través del
valor del sacrificio hecho por nosotros, que somos de valor a la vista del
Señor. Es debido a la justicia imputada de Cristo, que somos considerados
preciosos por Dios. Por amor a Cristo perdona a aquellos que le temen. El no ve
en ellos la vileza del pecador; reconoce en ellos la semejanza de su Hijo, en
quien creen. Únicamente de esta manera Dios puede complacerse en cualquiera de
nosotros. “Mas a todos los que le recibieron, dióles potestad de ser hechos
hijos de Dios a los que creen en su nombre”. Juan 1:12. NEV
55.3
Cuanto más perfectamente vea el Señor el carácter de su amado Hijo
revelado en su pueblo, mayor será su satisfacción y deleite en ellos. Dios
mismo, y el universo celestial, se regocijan por ellos con cánticos, porque
Cristo no murió en vano. El pecador creyente es reputado inocente, mientras que
la culpa es puesta sobre Cristo. Se coloca la justicia de Cristo en la cuenta
del deudor, y en la hoja de balance, sobre su nombre se escribe: Perdonado.
Vida Eterna.—Manuscrito 39, 1896, pp. 9. NEV
55.4
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