“De todo
vuestro corazón” 21 de marzo
Y me buscaréis y me hallaréis,
porque me buscaréis de todo vuestro corazón. Jeremías 29:13. ELC 89.1
Muchos no han tenido esa
experiencia religiosa que es esencial para ellos que les permita estar sin
falta delante del trono de Dios. El permite que los fuegos del horno de
aflicción se enciendan sobre ellos para consumir la escoria, para refinarlos,
purificarlos y limpiarlos de la contaminación del pecado, del amor propio, y
llevarlos a conocer a Dios y a intimar con Jesucristo caminando con él como
Enoc... ELC 89.2
Lo que es llamado oración
matutina y vespertina, de acuerdo con la costumbre, no siempre es ferviente y
eficaz. Para muchos es una repetición de palabras adormecedora, aburrida y sin
alma, que no alcanza el oído del Señor. Dios no necesita ni requiere vuestros
cumplidos ceremoniosos, sino que prestará atención al corazón quebrantado, a la
confesión de los pecados, a la contrición del alma. No desoirá el clamor del
corazón humilde y contrito... ELC 89.3
Deberíamos tener tal amor por
Jesús que consideremos un privilegio el sufrir y aun morir por su causa.
Podemos contarle al Señor nuestras pruebas, decirle todas nuestras debilidades,
todo lo que dependemos de su fuerza y poder. Esto es verdadera oración. Si hubo
un tiempo cuando se necesitara sobre nosotros un derramamiento del Espíritu de
gracia y de súplica, Dios mismo dictando nuestras oraciones, ese tiempo es
ahora. Y debe llevarse la promesa delante de cada iglesia, y considerarse con
detenimiento la sencillez de la verdad. “Pedid y recibiréis”. Juan 16:24. Es fe, fe viviente lo que
necesitamos, perseverante en la oración. ELC 89.4
El Señor guiará y dirigirá a su
pueblo. Saldrá mandamiento de Dios como para Daniel, para ayudar a los que
están elevando fervientes intercesiones al trono de la gracia en sus momentos
de necesidad.—Manuscrito 6, 1889. ELC 89.5
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