Una fuente de placer y regocijo, 18 de marzo
Me mostrarás la senda de la
vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre. Salmos 16:11. EJ 85.1
La belleza de la mente, la
pureza del alma, reveladas en el rostro, tendrán un mayor poder de atracción
sobre los corazones y ejercerán más influencia sobre ellos que cualquier adorno
exterior... EJ 85.2
Una mente educada, adornada con
las gracias de la mansedumbre y la humildad, un corazón puro y recto, se
reflejarán en el rostro y merecerán amor y respeto... EJ 85.3
[Los niños y los jóvenes]
pueden, mediante el cultivo del intelecto, depender de Dios para el éxito y
desarrollar caracteres firmes y hermosos. El temor de Dios, la contemplación de
la gloria de la naturaleza en su obra creada, nunca empequeñecerán el
intelecto, sino que tenderán a fortalecer cada facultad del alma. EJ 85.4
Los niños y jóvenes tienen el
precioso privilegio de someter sus mentes al control del Espíritu de Dios y de
transformarse en cristianos intelectuales. Sus facultades mentales y morales se
pueden desarrollar con proporciones armoniosas. Su comprensión puede ser
fuerte, sus conciencias, puras, y sus caracteres, hermosos... EJ 85.5
Si desean hallar felicidad y
paz en todo lo que hacen, deben hacerlo todo en relación con la gloria de Dios.
Si pretenden tener paz en sus corazones, deben procurar fervientemente imitar
la vida de Cristo. Entonces no habrá necesidad de fingir alegría, ni de buscar
el placer en la indulgencia del orgullo ni en las frivolidades del mundo.
Experimentarán una paz y una felicidad en el bien hacer, que nunca hallarán en
la realización del mal. EJ 85.6
Jesús tomó sobre sí la
naturaleza humana y pasó por la infancia, la niñez y la juventud, con el fin de
aprender como simpatizar con todos, y dejar así un ejemplo para todos los niños
y jóvenes. El conoce las tentaciones y debilidades de los niños. En su amor, ha
abierto una fuente de placer y alegría para el alma que confía en él. Al
esforzarse por honrar a Cristo e imitar su ejemplo, los niños y jóvenes pueden
ser verdaderamente felices. De ese modo pueden sentir que su responsabilidad
colabora con Jesucristo en el gran plan de salvar a las almas. EJ 85.7
Si los jóvenes comprendieran la
responsabilidad que tienen ante Dios, se elevarían por encima de todo lo que es
bajo, egoísta e impuro. Para ellos la vida estaría llena de significado.
Comprenderían que tienen un motivo grande y glorioso por el cual vivir. Esto
ejercerá sobre los jóvenes una influencia que los hará empeñosos, alegres y
fuertes bajo todas las cargas, desalientos y dificultades de la vida, tal como
fue su Modelo divino. La conciencia de que están empeñados en la realización de
aquello que Dios puede aprobar, los fortalecerá en sus esfuerzos, y al imitar
al Modelo podrán, como él, crecer en sabiduría y en favor para con Dios y los
hombres.—The Youths Instructor, septiembre de 1873. EJ 85.8
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