Nunca retrocedan frente a su cometido, 19 de
marzo
No nos cansemos, pues, de hacer
bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así que, según tengamos
oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe. Galatas 6:9, 10. ATO 90.1
Todas nuestras bendiciones,
tanto temporales como espirituales, provienen de Dios. El dinero que poseemos
es del Señor, El nos lo ha prestado a fin de promover su causa en la tierra.
Nadie debiera permitirse retener los bienes del Señor. ATO 90.2
Aquellos que han hecho promesas
para posibilitar el avance de la obra de Dios no deben arrepentirse de sus
votos y retener para sí lo que prometieron. Quienes asumen la responsabilidad
de anular una promesa que ha sido hecha a Dios están haciendo algo de lo cual
no querrán dar cuenta en el día del ajuste final. Debiera rechazarse el
asesoramiento de los hombres que en este tiempo aconsejan retener los medios de
la causa de Dios para invertirlos en otras empresas, porque el Señor les dice:
“Haceos tesoros en el cielo”. “Invertid vuestros medios para hacer avanzar mi
obra para abrir nuevos campos, de tal forma que la luz de la verdad presente
pueda brillar en todas partes del mundo”. ATO 90.3
Cuán abundante ha sido el Don
que Dios dio a la raza humana. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha
dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas
tenga vida eterna”. Juan 3:16. El Señor dio su vida por el mundo a
fin de que el hombre pudiera tener un ejemplo perfecto. Dejando a un lado su
manto real y su corona regia, vino a la tierra como hombre. Fue tentado en
todas las cosas como el hombre es tentado, pero ni una sola vez dejó de seguir
el sendero que había escogido. Fue guardado por el poder de Dios, sostenido por
Aquel que será el ayudador de todos los que le aman y guardan sus mandamientos. ATO 90.4
Cristo vivió la vida sencilla
de un hijo de personas de condición humilde, y así llegó a familiarizarse desde
la infancia con la vida de los pobres. Y durante su ministerio, cuando le
traían niños para que los bendijera, pensaba en su propia madre, y honraba a
las madres de esos niños bendiciéndolas a ellas y también a sus hijos. Cristo
vivió una vida de humillación y pobreza de manera que desde la niñez hasta la
adultez pudo dejar a todos un ejemplo de lo que significa la vida para cada
miembro de la familia humana. ATO 90.5
Todos los que han llegado a ser
hijos de Dios deben hacer cuanto está en sus manos para buscar y salvar la
oveja perdida. Deben utilizar todo medio posible para dar a los pecadores la
Palabra de vida y la gracia salvadora de Cristo. Los creyentes en la verdad
deben recordar siempre el sacrificio que Cristo hizo al tomar sobre sí la
humanidad a fin de ser ejemplo para todos los seres humanos.—Carta 104, del 19 de marzo de 1907, dirigida
“A los que dan grandes donaciones para la causa de la verdad presente”.* ATO 90.6
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