La vida que Dios usa, 23 de marzo
Todos
los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los
hice. Isaías 43:7. AFC
88.3
Nuestra
vida es del Señor y está revestida de una responsabilidad que no comprendemos
plenamente. Las hebras del yo están entretejidas en la trama, y esto ha
deshonrado a Dios... AFC 88.4
Nehemías,
después de haber ganado tan gran influencia sobre el monarca en cuya corte
vivía, y sobre su pueblo en Jerusalén, en vez de alabar sus propios excelentes
rasgos de carácter, su notable aptitud y energía, presentó el asunto tal como
era. Declaró que su éxito se debía a la bondadosa mano de Dios que estaba sobre
él. Acariciaba la verdad de que Dios era su salvaguardia en cada puesto de
influencia. Alababa el poder habilitante de Dios en cada rasgo de carácter por
el cual había obtenido favor... AFC 88.5
Necesitamos
comprender profundamente que toda influencia es un talento precioso que ha
de usarse para Dios... En los seres humanos, hay la tentación constante de
considerar que cualquier influencia que hayan ganado es el resultado de algo
valioso que hay en ellos mismos. El Señor no puede actuar con los tales... Él convierte
en su representante al siervo fiel y humilde: el que no se ensoberbecerá, ni
pensará de sí más elevadamente de lo que deba pensar. La vida de tal siervo
será dedicada a Dios como un sacrificio vivo, y esa vida será aceptada, usada y
sostenida. Dios anhela hacer sabios a los hombres con su propia sabiduría
divina, para que esa sabiduría pueda ser ejercida para provecho de Dios. Él se
manifiesta a sí mismo mediante el consagrado y humilde obrero... AFC
88.6
Emplead
cada facultad que os ha sido confiada como un sagrado tesoro, que ha de usarse
para impartir a otros el conocimiento y la gracia recibidos. Así responderéis
al propósito para el cual Dios os las ha dado. El Señor nos requiere que
sumerjamos el yo en Jesucristo y que dejemos que toda la gloria sea para Dios.—Carta 83, 1898. AFC 89.1
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