Dios, el
revelador de los secretos, 23 de marzo
Las cosas secretas pertenecen a
Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos
para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley. Deuteronomio 29:29. ATO 94.1
En tiempo pasado el Señor Dios
del cielo reveló sus secretos a sus profetas, y lo sigue haciendo todavía. El
presente y el futuro son igualmente claros para El, y muestra a sus siervos la
historia futura de lo que habrá de ser. El Omnisciente miró a través de las
edades y predijo mediante sus profetas el levantamiento y la caída de reinos,
centenares de años antes de que ocurrieran los eventos preanunciados. El eco de
la voz de Dios se deja escuchar a través de las edades, diciéndole al hombre lo
que ha de ocurrir. Reyes y príncipes ocupan sus lugares en el tiempo designado.
Ellos piensan que están llevando adelante sus propios propósitos, pero en
realidad están cumpliendo la palabra que Dios dio por medio de sus profetas.
Desempeñan su parte en el desarrollo de los grandes propósitos de Dios. Se
suceden los eventos, y así se cumple la palabra que Dios ha hablado. ATO 94.2
Los incrédulos e impíos no
disciernen las señales de los tiempos. En su ignorancia pueden rehusarse a
aceptar el Registro inspirado. Pero cuando los cristianos profesos hablan
despectivamente de las formas y medios empleados por el gran YO SOY para hacer
conocer sus caminos y propósitos, se manifiestan ignorantes tanto de las
Escrituras como del poder de Dios. ATO 94.3
El Creador conoce exactamente
con qué elementos tiene que tratar en la naturaleza humana. Sabe qué medios
debe emplear para obtener el fin deseado. El cristiano que acepta la verdad,
toda la verdad y nada más que la verdad, observará la historia bíblica en su
verdadera orientación. El pasado -la historia de la dispensación judaica desde
el principio hasta el fin -, en vez de ser calificado despectiva y burlonamente
como la “edad oscura”, revelará luz y más luz a medida que se lo estudie. ATO 94.4
La palabra del hombre fracasa,
y quien se aferre de las aserciones del hombre como su fuente de dependencia,
bien puede temblar, porque algún día llegará a ser como un barco que naufragó.
Pero la Palabra de Dios es infalible y subsiste para siempre. Cristo declara:
“Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota
ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido”. Mateo 5:18. La Palabra de Dios permanecerá a
través de las interminables edades de la eternidad. ATO 94.5
Dios vive y reina. Su gloria no
se confina a templos hechos de manos. No ha cerrado el cielo a su pueblo. Tanto
en la era judaica como en ésta, Dios revela sus secretos a sus siervos los
profetas.—Manuscrito 39, del 23 de marzo de 1899,
“Lealtad o deslealtad”.* ATO 94.6
Comentarios
Publicar un comentario