Jesús nos dio ejemplo observando la ley, 20 de
marzo
Si guardareis mis mandamientos,
estaréis en mi amor; como yo también he guardado los mandamientos de mi Padre y
estoy en su amor. Juan 15:10. FV 87.1
“La ley es una expresión del
pensamiento de Dios: cuando se recibe en Cristo, viene a ser nuestro
pensamiento. Nos eleva por encima del poder de los deseos y tendencias
naturales, por encima de las tentaciones que inducen a pecar. Dios desea que seamos
felices, y nos ha dado los preceptos de la ley para que obedeciéndolos tengamos
gozo. Cuando en ocasión del nacimiento de Jesús los ángeles cantaron: ‘Gloria
en las alturas a Dios, y en la tierra paz, buena voluntad para con los
hombres,’ declararon los principios de la ley que él había venido a magnificar
y honrar.... FV 87.2
“‘Hasta que perezca el cielo y
la tierra—dijo Jesús—ni una jota ni un tilde perecerá de la ley, hasta que
todas las cosas sean hechas.’ El sol que brilla en los cielos, la sólida tierra
sobre la cual moramos, son los testigos de Dios de que su ley es inmutable.
Aunque ellos pasen, los preceptos divinos permanecerán. ‘Más fácil cosa es
pasar el cielo y la tierra, que frustrarse un tilde de la ley.’ ... Puesto que
‘la ley de Jehová es perfecta,’ cualquier variación de ella debe ser mala. Los
que desobedecen los mandamientos de Dios, y enseñan a otros a hacerlo, son
condenados por Cristo. La vida de obediencia del Salvador sostuvo los derechos
de la ley; probó que la ley puede ser guardada en la humanidad, y reveló la
excelencia del carácter que la obediencia desarrollaría. Todos los que obedecen
como él obedeció, declaran igualmente que el mandamiento de la ley es ‘santo, y
justo, y bueno.’”—El Deseado de Todas las Gentes, 264, 265. FV 87.3
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