Caminos diferentes, 6 de marzo
El que cree en el Hijo tiene
vida eterna; pero el que desobedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de
Dios está sobre él. Juan 3:36. CV 71.1
Jacob y Esaú se encontraron
junto al lecho de muerte de su padre. En otro tiempo, el hijo mayor había
esperado este acontecimiento como una ocasión para vengarse; pero desde
entonces sus sentimientos habían cambiado considerablemente. Y Jacob, muy
contento con las bendiciones espirituales de la primogenitura, renunció en
favor de su hermano mayor a la herencia de las riquezas del padre, la única
herencia que Esaú había buscado y avalorado... CV 71.2
Esaú y Jacob habían sido
instruidos igualmente en el conocimiento de Dios, y los dos pudieron andar
según sus mandamientos y recibir su favor; pero no hicieron la misma elección.
Tomaron diferentes caminos, y sus sendas se habían de apartar cada vez más una
de otra. CV 71.3
No hubo una elección arbitraria
de parte de Dios, por la cual Esaú fuera excluido de las bendiciones de la
salvación. Los dones de su gracia mediante Cristo son gratuitos para todos. No
hay elección, excepto la propia, por la cual alguien haya de perecer... Es
elegida toda alma que labre su propia salvación con temor y temblor. Es elegido
el que se ponga la armadura y pelee la buena batalla de la fe. Es elegido el
que vele en oración, el que escudriñe las Escrituras, y huya de la tentación.
Es elegido el que tenga fe continuamente, y el que obedezca a cada palabra que
sale de la boca de Dios. Las medidastomadas para la redención se ofrecen gratuitamente a todos, pero
los resultadosde la redención serán únicamente para los que hayan cumplido las
condiciones. CV 71.4
Esaú había menospreciado las
bendiciones del pacto. Había preferido los bienes temporales a los
espirituales, y obtuvo lo que deseaba. Se separó del pueblo de Dios por su
propia elección. Jacob había elegido la herencia de la fe. Había tratado de
lograrla mediante la astucia, la traición y el engaño; pero Dios permitió que
su pecado produjera su corrección... CV 71.5
Los elementos más bajos de su
carácter habían sido consumidos en la hornaza, y el oro verdadero se purificó,
hasta que la fe de Abrahán e Isaac apareció en Jacob con toda nitidez. Historia de los Patriarcas y Profetas, 206-208.* CV 71.6
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