La lucha de los poderes invisibles, 27 de marzo
Porque no tenemos lucha contra
sangre y carne; sino contra principados, contra potestades, contra señores del
mundo, gobernadores de estas tinieblas, contra malicias espirituales en los
aires. Efesios 6:12. NEV 94.1
El Señor quiere que nuestras
mentes despierten a las influencias de los ángeles malignos. Cristo no nos
habla del peligro que corremos a causa de los ataques del enemigo apóstata, sin
proporcionarnos el poder para resistir a cada uno de esos ataques. ... Los
instrumentos angelicales, tanto buenos como malos, están luchando por el
dominio, y cada influencia que ahora se ejerce debe ser investigada
detenidamente.—Manuscrito 78, 1905, pp. 6. NEV 94.2
Satanás siempre está listo para
engañar y descarriar. Emplea todo encantamiento para engañar a los hombres, y
llevarlos al camino amplio de la desobediencia. Trabaja para confundir los
sentidos con impresiones erróneas, y quitar las señales, colocando sus falsas
inscripciones en los hitos que Dios ha establecido para señalar el camino
correcto. Debido a que estas agencias malignas se están esforzando por eclipsar
todo rayo de luz que llega al alma, es que los agentes celestiales han sido designados
para realizar su obra de ministerio, para guiar, proteger y controlar a
aquellos que serán los herederos de la salvación. Ninguno necesita desesperarse
a causa de las tendencias al mal heredadas, pero cuando el Espíritu de Dios
convence de pecado, el pecador debe arrepentirse, y confesar, y olvidar el mal.
Fieles centinelas están de guardia para dirigir a las almas por el camino
correcto.—Manuscrito 8, 1900. NEV 94.3
Los ángeles malignos, o los
ángeles de Dios, están controlando las mentes de los hombres. Nuestras mentes
son entregadas al control de Dios, o al control de los poderes de las
tinieblas; y es conveniente que inquiramos adónde estamos hoy, si estamos bajo
la bandera manchada de sangre del Príncipe Emmanuel, o bajo la bandera negra de
los poderes de las tinieblas.—Manuscrito 1, 1890. NEV 94.4
Mientras el pueblo de Dios
conserve su fidelidad a él, mientras se aferre a Jesús mediante la fe viva,
estará bajo la protección de los ángeles celestiales, y a Satanás no le será
permitido ejercer sus artes maléficas para destruirlo.—The Review and Herald, 19 de noviembre de 1908. NEV 94.5
Es el mayor gozo de los ángeles
celestiales, extender el escudo de su tierno amor sobre las almas que se
vuelven a Dios.—Manuscrito 29, 1900. NEV 94.6
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