Reforma en el corazón, 14 de febrero Galatas 6:1
Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna
falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre,
considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. Génesis 6:1. ATO 57.1
Somos hebras en la gran trama de la humanidad y, como tales,
estamos relacionados los unos con los otros. Nuestra vida deja sobre las mentes
de otros impresiones que tendrán consecuencias eternas. Los ángeles toman nota
de nuestras acciones, de nuestras palabras, del espíritu con el cual actuamos.
Aquellos que desean reformar a otros deben comenzar la reforma en sus propios
corazones, y mostrar que han adquirido benignidad y humildad de corazón en la
escuela de Cristo. Los que tienen a otros a su cargo deben aprender a dominarse
a sí mismos, a abstenerse de proferir expresiones bruscas y censurar con
exageración. Hay palabras cortantes que pueden ofender, lastimar y dejar
cicatrices que han de permanecer en el alma. Hay palabras agudas que caen como
chispas sobre un temperamento inflamable. Hay palabras cáusticas que muerden
como víboras. ATO
57.2
Las relaciones estrechas entre caracteres imperfectos y
defectuosos, a menudo pueden dar como resultado un gran daño para ambas
personas, porque Satanás tiene más influencia sobre sus mentes que el Espíritu
de Cristo. No se ven el uno al otro bajo una luz verdadera y en forma
imparcial, sino del modo más desfavorable. Al tratar de corregir el mal con un
espíritu precipitado y malhumorado, se crearán dos males en vez de corregirse
uno. El apoyo mutuo es esencial. Es el fruto del Espíritu el que se desarrolla
en el árbol cristiano. ATO
57.3
Debe haber una conversión radical en la forma como se trata con
las diversas mentalidades. Si cada injusticia aparente es considerada como una
afrenta, si por cada injuria leve se exigen reparaciones con un espíritu
diferente del de Cristo, si se emplea un lenguaje áspero, si se manifiesta
espíritu de impaciencia que se agita e irrita ante dificultades pequeñas o
grandes, pronto habrá un estado de cosas peor que si no se hubiera hecho nada
para corregir el mal. Si los creyentes manifiestan actitudes tales, y cada cual
se siente libre de hablar en forma precipitada, habrá corazones que se sentirán
miserables, familias desdichadas, y discordia y disensión en la iglesia. ATO
57.4
Hay una forma cristiana de arreglar todos estos asuntos. La
presencia del amor de Cristo en el corazón conducirá a sentir amor por los que
están extraviados y en el error... ATO
57.5
“¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena
conducta sus obras en sabia mansedumbre”. Santiago 3:13.—Manuscrito 24, del 14 de febrero de 1887,
“Testimonio a los obreros de la Casa Editora de Basilea”.* ATO
57.6
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