El testimonio empieza por casa, 4 de abril
Sean nuestros hijos como
plantas crecidas en su juventud, nuestras hijas como esquinas labradas como la
de un palacio. Salmos 144:12. MSV76 100.1
Nuestra obra por Cristo debe
comenzar con la familia, en el hogar... No hay campo misionero más importante
que éste.12Joyas
de los Testimonios 3:62. MSV76 100.2
Dichosos los padres cuya vida
es un reflejo fiel de la vida divina, de modo que las promesas y los
mandamientos de Dios despierten en los hijos gratitud y reverencia; dichosos
los padres cuya ternura, justicia y longanimidad interpreten fielmente para el
niño el amor, la justicia y la paciencia de Dios; dichosos los padres que al
enseñar a sus hijos a amarlos, a confiar en ellos y a obedecerles, les enseñan
a amar a su Padre celestial, a confiar en él y a obedecerle. Los padres que
hacen a sus hijos semejante dádiva los enriquecen con un tesoro más precioso
que los tesoros de todas las edades, un tesoro tan duradero como la eternidad.13El Ministerio de Curación, 291. MSV76 100.3
Dios quiere que todo niño de
tierna edad sea su hijo, adoptado en su familia. Por muy jóvenes que sean,
pueden ser miembros de la familia de la fe, y tener una experiencia muy
preciosa. Pueden tener corazones tiernos y dispuestos a recibir impresiones
duraderas. Pueden sentir sus corazones atraídos en confianza y amor hacia
Jesús, y vivir para el Salvador. Cristo hará de ellos pequeños misioneros. Toda
la corriente de sus pensamientos puede cambiarse, de manera que el pecado
aparezca, no como cosa que se pueda disfrutar, sino a la cual hay que rehuir y
odiar.14Consejos
para los Maestros Padres y Alumnos acerca de la Educación Cristiana, 161. MSV76 100.4
Por precepto y por ejemplo, los
padres han de enseñar a sus hijos a trabajar por los inconversos. Los niños
deben ser educados de tal manera que simpaticen con los ancianos y afligidos y
traten de aliviar los sufrimientos de los pobres y angustiados... Desde los
primeros años debe inculcárseles la abnegación y el sacrificio en favor del
bienestar ajeno y del progreso de la causa de Cristo, a fin de que sean
colaboradores con Dios... MSV76 100.5
Dios quiere que las familias de
la tierra sean un símbolo de la familia celestial. Los hogares cristianos,
establecidos y dirigidos de acuerdo con el plan de Dios, se cuentan entre sus
agentes más eficaces para formar el carácter cristiano y para adelantar su obra.15Joyas
de los Testimonios 3:62, 63. MSV76 100.6
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