Dada para nuestro eterno bien, 9 de febrero
Y nos mandó Jehová que
cumplamos todos estos estatutos, y que temamos a Jehová nuestro Dios, para que
nos vaya bien todos los días, y para que nos conserve la vida, como hasta hoy. Deuteronomio 6:24. HHD 48.1
¿Cuáles son las enseñanzas que
debe arrostrar la juventud al salir al mundo para hacer frente a sus
tentaciones a pecar: la pasión por ganar dinero, divertirse y satisfacer los
sentidos, el afán por el lujo, la ostentación, el despilfarro, el exceso, el
fraude, el robo y finalmente la ruina? HHD 48.2
El espiritismo asegura que los
hombres son semidioses no caídos; que “cada mente se juzgará a sí misma”; que
el “verdadero conocimiento coloca a los hombres por encima de toda ley”; que
“todos los pecados cometidos son inocentes”; porque “todo lo que existe es
correcto” y que “Dios no condena”. Pretende que están en el cielo, donde son
exaltados, los seres más viles... multitudes llegan así a creer que el deseo
constituye la ley suprema, que la licencia es libertad y que el hombre es
responsable solamente ante sí mismo. HHD 48.3
Si se proporciona semejante
enseñanza al comienzo mismo de la vida, cuando el impulso es fortísimo y
urgentísima la necesidad de dominio propio y pureza, ¿dónde quedan las
salvaguardias de la virtud?... Al mismo tiempo la anarquía trata de hacer
desaparecer toda ley, no sólo divina sino humana... HHD 48.4
Estas son las influencias que
tienen que afrontar los jóvenes de hoy día. Para permanecer firmes en medio de
tales trastornos es necesario que echen ahora los cimientos del carácter. HHD 48.5
En todas las generaciones y en
todos los países, el verdadero cimiento y el modelo para la edificación del
carácter han sido los mismos. La ley divina: “Amarás al Señor tu Dios con todo
tu corazón, ... y a tu prójimo como a ti mismo”, el gran principio manifestado
en el carácter y en la vida de nuestro Salvador, es el único cimiento y la
única guía seguros.—La Educación, 223-225. HHD 48.6
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