Podemos
crecer en la fe como Moisés, 1 de abril
“Por la fe Moisés, hecho ya
grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser
maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del
pecado”. Hebreos 11:24, 25. CT 100.1
Egipto, por ese tiempo el mayor
reino del mundo, le otorgó a Moisés el cargo más honorable. Pero él no aceptó
la seductora y tentadora oferta, porque se mantuvo “como viendo al Invisible”... CT 100.2
La fortaleza de Moisés radicaba
en su relación con la Fuente de todo poder, el Señor Dios de los ejércitos.
Moisés se levantó muy por encima de todo atractivo terrenal y confió plenamente
en Dios. Consideró que pertenecía al Señor. Mientras tuvo que ver con los
intereses oficiales del rey de Egipto, estudió constantemente las leyes del
gobierno de Dios, y así fue creciendo su fe. Esa fe resultó valiosa para él.
Estaba profundamente arraigada en el terreno de sus primeras enseñanzas, y la
cultura de su vida debía prepararlo para la gran obra de liberar a Israel de la
opresión... CT 100.3
Después de dar muerte al
egipcio comprendió que no había entendido el plan de Dios, y huyó de Egipto
para convertirse en pastor de ovejas. Ya no pensaba realizar una gran obra, lo
que le permitió alcanzar gran humildad; se disipó la bruma que nublaba su mente,
y disciplinó su intelecto para buscar su refugio en Dios. Reconoció la
presencia de Dios en derredor suyo. Toda la naturaleza parecía estar llena por
la presencia del Invisible. Conoció a Dios como un Dios personal y, mientras
meditaba en el carácter divino, ahondó más y más su percepción de la presencia
del Señor. Encontró refugio en los brazos eternos. Dios hablaba con Moisés cara
a cara así como un hombre habla con su amigo. Los brillantes rayos del Sol de
Justicia fulguraron en su corazón y en los recintos de su mente. Dios era su
refugio, su morada, su hogar... CT 100.4
Usted también puede, como
Moisés, mantenerse como viendo al Invisible. El Señor desea darle una preciosa
experiencia. Dios tiene una obra para usted. Puede buscar alcanzar el sentido
superior de las cosas que son eternas. Dios está cerca de todos los que lo
buscan de todo corazón. ¿Cuáles son las ventajas y honores que el mundo le
propone comparadas con los privilegios de los hijos de Dios?... CT 100.5
Las sombras de la oscuridad muy
pronto se disiparán; ya viene la mañana; el conflicto se acerca a su fin. Hay
una corona de vida que se ceñirá en la frente de todo aquel que haya
participado en los sufrimientos de Cristo.—Carta 21a, 1893. CT 100.6
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