Caracteres para el cielo, 1 de abril
¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿O quién podrá
estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y
como jabón de lavadores. Malaquías 3:2. ATO 103.1
Quienes profesan ser hijos e hijas de Dios, debieran representarlo
en carácter... Se nos da ahora la oportunidad de formar caracteres que nos
harán idóneos para entrar en el reino de los cielos. Los que guardan los
mandamientos de Dios tendrán derecho al árbol de la vida, y entrarán por las
puertas en la ciudad. Fue por amor que Dios nos dio la ley para que pudiéramos
identificar y abandonar los rasgos de carácter que no pueden ser tolerados en
el cielo. No entrará allí ningún acusado de robo, de adulterio, de maledicencia
o falsedad, porque esto conduciría a otra guerra en el cielo. La Ley de Dios
fue dada para apartar a los hombres de estas prácticas, a fin de que sus
caracteres pudieran ser modelados de acuerdo con el carácter de Dios. ATO 103.2
Seguir tras las siempre cambiantes modas de este mundo es hoy día
la mayor preocupación de muchos. ¿No debiéramos nosotros poner la misma
diligencia en amoldar nuestros caracteres de acuerdo con el modelo que se nos
da en la Palabra de Dios? No piensen que pueden conformarse ahora al mundo,
depositando aquí abajo los tesoros, y luego, simplemente por haber hecho
profesión de fe estar entre aquellos que entrarán en la ciudad de Dios. No
podemos estar en armonía con las leyes que gobiernan el reino de los cielos a menos
que primeramente nos conformemos a ellas aquí abajo. Es hora de que todos
entreguemos nuestros corazones sin reservas a Dios y le sirvamos
inteligentemente, como hijos obedientes. Su Espíritu Santo puede moldearnos y
formarnos a la semejanza divina. ATO 103.3
Los miembros de la familia celestial son herederos de Dios y
coherederos con Cristo; herederos de los tesoros del cielo. No seguirán tras la
ambición y la locura de este mundo, acumulando tesoros aquí abajo a costa de la
pérdida del carácter cristiano que les aseguraría una vida que se mide con la
vida de Dios: una vida libre de pecado, de enfermedad, de tristeza y muerte. ATO 103.4
Hay muchos hoy que se dejan apartar de la sencillez de la
verdadera religión por el estudio de la así llamada ciencia. Existe una ciencia
verdadera, la ciencia de la vida eterna. Cuando Cristo vino a nuestro mundo,
podría haber desplegado un vasto cúmulo de conocimientos científicos ante la
mente de los hombres. Pero no lo hizo. Dedicó su vida a enseñar las verdades
relacionadas con la salvación del alma... ATO 103.5
Dios tiene derechos sobre cada facultad de nuestro ser. Su
servicio demanda la acción del ser entero: todo el corazón, toda el alma, toda
la fuerza y toda la mente. El único tema de verdadero valor en esta vida es
cómo rendir este servicio completo a Dios.—Manuscrito 38, d
Comentarios
Publicar un comentario