Esperanza para el desesperanzado, 2 de abril
Deje el impío su camino, y el
hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él
misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. Porque mis
pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos,
dijo Jehová. Isaías 55:7-8. DNC 101.1
Usted piensa que sus errores y
transgresiones han sido tan gravosos al Señor, que él no... lo salvará. Cuanto
más se acerque a Jesús, tanto más culpable aparecerá ante sus propios ojos,
porque su visión será más clara, y sus imperfecciones serán vistas en un
contraste más nítido con su perfecta naturaleza. Pero no se desanime. Esta es
una evidencia de que los engaños de Satanás han perdido su poder; de que la
influencia vivificante del Espíritu de Dios está surgiendo en usted, y que su
indiferencia y despreocupación están desapareciendo. DNC 101.2
Ningún amor profundo por Jesús
puede morar en el corazón de aquellos que no ven ni comprenden su propia
pecaminosidad. El alma que es transformada por la gracia, admirará su carácter
divino; pero si no vemos nuestra propia deformidad moral, es una evidencia
inequívoca de que no hemos tenido una visión de la belleza y excelencia de
Cristo. Cuanto menos cosas de estima veamos en nosotros mismos, tanto más
veremos para apreciar en la infinita pureza y amor de nuestro Salvador. Una
visión de nuestra propia pecaminosidad nos conduce hacia Aquel que puede
perdonar... DNC 101.3
Dios no trata con nosotros de
la manera en que un hombre finito trata con otro. Sus pensamientos son
pensamientos de misericordia, amor y tierna compasión... El dice: “Yo deshice
como una nube tus rebeliones...” Isaías 44:22. DNC 101.4
Mire hacia arriba, usted que
está en dificultades, tentado y desanimado. Mire hacia arriba. Siempre es
seguro mirar hacia arriba; mirar hacia abajo resulta fatal. Si mira hacia
abajo, la tierra vacila y se bambolea; debajo suyo ninguna cosa es segura. Pero
el cielo, por encima de usted, está en calma y es seguro, y hay ayuda divina
para todo aquel que sube. La mano del Infinito se extiende desde las almenas
del cielo para asir la suya en un fuerte apretón. El poderoso ayudador está
cerca para bendecir, levantar y animar a los que más yerran, a los más
pecadores, si ellos quieren contemplarlo por fe. Pero el pecador debe mirar
hacia arriba.* DNC 101.5
Comentarios
Publicar un comentario