Alegra e ilumina, 8 de febrero
Los mandamientos de Jehová son
rectos, que alegran el corazón; el precepto de Jehová es puro, que alumbra los
ojos. Salmos 19:8. HHD 47.1
Sólo tenemos algunas vislumbres
con respecto a la inmensa amplitud de la ley de Dios... Muchos de los que
pretenden creer las verdades probatorias de estos últimos días actúan como si
Dios no tomara nota de su indiferencia hacia los principios de su santa ley, y
su manifiesta desobediencia de ellos. La ley es la expresión de su voluntad, y
es por medio de la obediencia a esa ley como se propone aceptar a los hijos de
los hombres como sus hijos e hijas... Se ha hecho un sacrificio infinito para
que la imagen moral de Dios pueda ser restaurada en el hombre, por medio de la
obediencia voluntaria a todos los mandamientos de Dios. Nuestra salvación es
sumamente grande, porque se ha hecho amplia provisión por medio de la justicia
de Cristo para que seamos puros y cabales, y para que no carezcamos de nada...
Si el hombre quiere guardar la ley de Dios por fe en Cristo, los tesoros del
cielo estarán a su disposición.—The Review and Herald, 4 de febrero de 1890. HHD 47.2
Abrid los ojos de vuestro
entendimiento; contemplad la hermosa armonía de las leyes de Dios en la
naturaleza, y pasmaos, y reverenciad a vuestro Creador, el Gobernante supremo
del cielo y la tierra. Contempladlo con el ojo de la fe inclinado sobre
vosotros en amor... Vuestra fe en Jesús os brindará fortaleza para el
cumplimiento de cada propósito, y le dará consistencia a vuestro carácter. Toda
vuestra felicidad, vuestra paz, vuestra alegría y vuestro éxito en esta vida
dependen de una fe genuina y confiada en Dios. Esta fe os inspirará a obedecer
de verdad los mandamientos de Dios. Vuestro conocimiento de Dios y fe en él es
el más poderoso medio de apartaros de toda práctica mala, y es el motivo que
inspira todo bien. Creed en Jesús como quien os perdona vuestros pecados, y
desea que seáis felices en las mansiones que os ha ido a preparar. Desea que
viváis en su presencia, para que tengáis vida.—The Youth’s Instructor, 5 de enero de 1887. HHD 47.3
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