Talentos confiados para servir, 18 de julio https://ift.tt/XxO7ISE Así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe. Romanos 12:5, 6. Dios ha confiado talentos a cada ser humano. A cada cual le ha dado su obra. No puede haber ociosos en su viña. Todos tienen que hacer para el Maestro una obra diligente, sagrada y solemne. A cada cual se le confía un trabajo y nadie tiene excusas para no hacerlo. Llegará el día del ajuste final de cuentas, cuando el Señor convoque a sus siervos. El Pastor principal es el Juez, e ilustra los grandes principios que van a regular los procedimientos del ajuste de cuentas con sus siervos justificados por la fe y juzgados por sus obras. La fe obra por el amor y purifica el alma de contaminación moral a fin de que pueda ser un templo para el Señor. Los talentos confiados no son monopolio de unos pocos favoritos ubicados por encima de sus semejantes en lo que se refiere a educación y capacidad intelectual. Los talentos son habilitaciones concedidas individualmente a cada miembro de la familia del Señor, desde el más humilde y oscuro hasta el que ocupa el más elevado cargo de confianza. Los dones concedidos están proporcionados a nuestras diversas habilidades, y todos deben usarlos para gloria de Dios. El cristiano debe aumentar la utilidad de esos talentos porque al usarlos se capacita más para comerciar con los bienes de su Señor y para acumular ganancias mediante ese comercio. Tanto la luz de la verdad como toda ventaja espiritual son dones de Dios. Deben ser apreciadas y han de ejercer influencia sobre la mente y el carácter. Debemos devolver al Señor la ganancia correspondiente, de acuerdo con los dones que se nos han confiado. Hemos sido elegidos por gracia para ser siervos del Señor. Ser siervos significa ser obreros que tienen preocupaciones, llevan cargas y asumen responsabilidades. Unidos con Cristo mediante una fe viviente, por su gracia somos colaboradores de Dios... Debemos comprender que no estamos administrando nuestros bienes, sino el capital que el Maestro nos ha confiado para que lo invirtamos y obtengamos ganancia como sabios mayordomos de los bienes de nuestro Señor, de manera que podamos devolverle su inversión con usura. No podemos almacenar los bienes del Señor sin hacer nada con ellos; así lo hizo el siervo negligente con su talento y perdió su alma.—Manuscrito 81, del 18 de julio de 1893.
Génesis 1:29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. Ezequiel 4:9,11 Y tú toma para ti trigo, cebada, habas, lentejas, millo y avena, y ponlos en una vasija, y hazte pan de ellos el número de los días que te acuestes sobre tu lado; trescientos noventa días comerás de él. Y beberás el agua por medida, la sexta parte de un hin; de tiempo en tiempo la beberás
Comentarios
Publicar un comentario