Dios obrará poderosamente en favor de sus escogidos, 22 de diciembre
Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. Isaías 43:2. RJ 362.1
Los tres hebreos declararon a toda la nación de Babilonia su fe en Aquel a quien adoraban. Confiaron en Dios. En la hora de su prueba recordaron la promesa: “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo... Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti”. Y de una manera maravillosa su fe en la Palabra viviente fue honrada a la vista de todos. Las nuevas de su liberación admirable fueron transmitidas a muchos países por los representantes de las diferentes naciones que Nabucodonosor había invitado a la dedicación. Mediante la fidelidad de sus hijos, Dios fue glorificado en toda la tierra. RJ 362.2
Importantes son las lecciones que debemos aprender de lo experimentado por los jóvenes hebreos en la llanura de Dura. En esta época nuestra, muchos de los siervos de Dios, aunque inocentes de todo mal proceder, serán entregados para sufrir humillación y ultrajes a manos de aquellos que, inspirados por Satanás, están llenos de envidia y fanatismo religioso. La ira del hombre se despertará en forma especial contra aquellos que santifican el sábado del cuarto mandamiento; y al fin un decreto universal los denunciará como merecedores de muerte. RJ 362.3
El tiempo de angustia que espera al pueblo de Dios requerirá una fe inquebrantable. Sus hijos deberán dejar manifiesto que El es el único objeto de su adoración, y que por ninguna consideración, ni siquiera de la vida misma, pueden ser inducidos a hacer la menor concesión a un culto falso. Para el corazón leal, los mandamientos de hombres pecaminosos y finitos son insignificantes frente a la Palabra del Dios eterno. Obedecerán a la verdad aunque el resultado haya de ser encarcelamiento, destierro o muerte. RJ 362.4
Como en los días de Sadrac, Mesac y Abed-nego, en el período final de la historia de esta tierra el Señor obrará poderosamente en favor de aquellos que se mantengan firmemente por lo recto. El que anduvo con los notables hebreos en el horno de fuego acompañará a sus seguidores dondequiera que estén. Su presencia constante los consolará y sostendrá. En medio del tiempo de angustia cual nunca hubo desde que fue nación, sus escogidos permanecerán inconmovibles. Satanás, con toda la hueste del mal, no puede destruir al más débil de los santos de Dios. Los protegerán ángeles excelsos en fortaleza, y Jehová se revelará en su favor como “Dios de dioses”, que puede salvar hasta lo sumo a los que ponen su confianza en El.—La Historia de Profetas y Reyes, 375, 376. RJ 362.5
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