Mayordomos de las gracias de Dios, 8 de noviembre Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián. Éxodo 3:1. https://ift.tt/3khghka Moisés dedicó cuarenta años de su vida a pastorear ovejas, para prepararse con el fin de conocerse a sí mismo y purificarse mediante la abnegación, para que el Señor pudiera cumplir su voluntad en él. Jesús no quiere que sus obreros sean meras máquinas, en lo que a intelectualidad o a sentimiento se refiere. Ambas cosas son necesarias para la obra, pero Dios quiere purificar de defectos estos elementos del carácter humano, no meramente por hablar de la voluntad de Dios, sino por hacerla. “El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá... la doctrina”. Juan 7:17. El Señor estaba preparando a Moisés. Lo sometió a un largo proceso de entrenamiento mental, para que fuera el Capitán de los ejércitos de Israel. Los hombres señalados por Dios recibirán inspiración, pero no de ninguno que tenga un alto concepto de su superioridad mental. Porque todo hombre a quien Dios use para hacer su voluntad, debe tener un humilde concepto de sí mismo, y debe buscar la luz con fervor perseverante. Dios no quiere que nadie se convierta en un novato, se sumerja en una humildad voluntaria y se incapacite cada vez más. El Señor invita a todos aquellos con quienes trabaja a que se esfuercen mentalmente al máximo, y que oren, esperen y crean al máximo también. Muchos, como Moisés, han tenido que desaprender bastante para aprender precisamente las lecciones que necesitaban. Moisés tuvo que prepararse mediante la más severa disciplina mental y moral, y Dios trabajó con él antes que estuviera en condiciones de educar la mente y el corazón de los demás. Había recibido su instrucción en la corte egipcia. No se escatimó nada para prepararlo con el fin de que llegara a ser un general de los ejércitos de Egipto. Las falsas teorías de los idólatras egipcios habían penetrado en su mente, y no se podía desembarazar fácilmente de las influencias que lo rodeaban y de las cosas que veía. Eso mismo ocurre con los que reciben una preparación incorrecta en cualquier ramo de trabajo. Toda la idólatra basura de la tradición pagana tuvo que desaparecer, porción tras porción, punto por punto, de la mente de Moisés... Dios lo ha hecho todo por nosotros. ¿Qué hemos hecho nosotros por él? ¿Seremos fieles mayordomos de su gracia?—Manuscrito 45, del 8 de noviembre de 1890, diario escrito en Sands [ahora Stanley], Virginia.
Génesis 1:29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. Ezequiel 4:9,11 Y tú toma para ti trigo, cebada, habas, lentejas, millo y avena, y ponlos en una vasija, y hazte pan de ellos el número de los días que te acuestes sobre tu lado; trescientos noventa días comerás de él. Y beberás el agua por medida, la sexta parte de un hin; de tiempo en tiempo la beberás
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