Sed diferentes, 8 de noviembre Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo. Filipenses 2:15. https://ift.tt/3bRGNvS Que cada uno, por amor de Cristo y por el bien de su propia alma, deseche la conformidad con el mundo, con sus costumbres, vanidades y modas. ¡Cuidado con los mandamientos humanos que oscurecen los santos mandamientos de Dios! El amador de los placeres siempre está insatisfecho, y desea continuamente volver a la excitación del salón de baile, el teatro y las fiestas. El tiempo que Dios nos ha dado para prepararnos para la eternidad es empleado por miles de personas en leer novelas. Así se pervierte el intelecto dado por Dios, se descuida la Palabra de Dios, se privan a la mente y al alma del poder moral necesario para luchar contra las faltas y los errores, los hábitos y las prácticas, que descalifican al alma para disfrutar de la presencia de Cristo aquí o en la vida inmortal futura. Preguntémonos seriamente y con intenso interés: “¿Cómo está mi alma? ¿Estoy trabajando contra mi Redentor mediante mis hábitos y prácticas?” Preguntaos: “¿Glorifico a Cristo? ¿Le muestro a una generación torcida y desobediente que prefiero sufrir reproches por amor a Jesús?”. ... ¿Apuntarán alto los profesos seguidores de Cristo y alcanzarán la norma de la santidad? Es mejor ser mundano que cristiano profeso común y vulgar. Atreveos a salir del mundo y a ser diferentes. Atreveos a ser singulares, porque amáis a Jesús más que al mundo, y la justicia con persecución más que la desobediencia con prosperidad mundana. La santa y completa obediencia mediante la dependencia del Señor Jesús fortalecerá al alma para que permanezca firme en la fe y la esperanza del Evangelio. Jesús dijo: “Separados de mí nada podéis hacer”. Juan 15:5. La unión con Cristo es el único medio a nuestra disposición para vencer al pecado. ... Vivimos y nos movemos en él.—Carta 82, 1895.
Génesis 1:29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. Ezequiel 4:9,11 Y tú toma para ti trigo, cebada, habas, lentejas, millo y avena, y ponlos en una vasija, y hazte pan de ellos el número de los días que te acuestes sobre tu lado; trescientos noventa días comerás de él. Y beberás el agua por medida, la sexta parte de un hin; de tiempo en tiempo la beberás
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