La batalla de la fe, 28 de abril https://ift.tt/Gc40e79 Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo eres llamado, habiendo hecho buena profesión delante de muchos testigos. 1 Timoteo 6:12. “El ferviente consejo dado por el apóstol Pablo a Timoteo de que debía ser fiel en el cumplimiento de su deber debe ser presentado a la juventud actual: ‘Ninguno tenga en poco tu juventud; pero sé ejemplo de los fieles en palabra, en conversación, en caridad, en espíritu, en fe, en limpieza.’ Los pecados dominantes deben ser combatidos y vencidos. Cada defecto de carácter, ya sea hereditario o cultivado, debiera ser analizado a la luz de la gran norma de justicia; y a la luz reflejada por la palabra de Dios y por medio de la fortaleza de Cristo deben ser firmemente resistidos y vencidos.... “Día tras día y hora tras hora debe haber en el interior un vigoroso proceso de renunciamiento propio y de santificación; y entonces las obras exteriores testificarán que Jesús mora en el corazón por la fe. La santificación no le cierra al conocimiento las avenidas del alma, sino que expande la mente y la inspira en la búsqueda de la verdad como si fuera un tesoro escondido; y el conocimiento de la voluntad de Dios promueve la obra de santificación. Hay un cielo y ¡cuán fervientemente debiéramos luchar por llegar a él! ... Creed que él está dispuesto a ayudaros con su gracia cuando acudís a él con sinceridad. Debéis pelear la buena batalla de la fe. Debéis ser atletas esforzados por obtener la corona de la vida. Luchad, porque las garras de Satanás están sobre vosotros; y si no os esquiváis quedaréis paralizados y perdidos. El enemigo está a la mano derecha, y a la izquierda y delante de vosotros y detrás; y debéis hollarlo debajo de vuestros pies. Luchad porque hay una corona que ganar.”—Fundamentals of Christian Education, 136, 137.
Génesis 1:29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. Ezequiel 4:9,11 Y tú toma para ti trigo, cebada, habas, lentejas, millo y avena, y ponlos en una vasija, y hazte pan de ellos el número de los días que te acuestes sobre tu lado; trescientos noventa días comerás de él. Y beberás el agua por medida, la sexta parte de un hin; de tiempo en tiempo la beberás
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