El poder de la verdad, 3 de agosto https://ift.tt/iI9YzUW ¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? Isaías 58:6. La influencia de la verdad, de la preciosa verdad, es santificadora. La santificación del alma mediante la operación del Espíritu Santo consiste en implantar la naturaleza de Cristo en la humanidad. Es la gracia de nuestro Señor Jesucristo revelada en el carácter, y las virtudes de Cristo puestas en actividad mediante las buenas obras. De esa manera el carácter se transforma más y más perfectamente de acuerdo con la imagen de Cristo, en justicia y verdadera santidad. Hay una amplia gama de requerimientos, dentro de la verdad divina, que van de un extremo al otro de las buenas obras. Las verdades del Evangelio no son inconexas; unidas forman un collar de joyas celestiales, como en el caso de las obras personales de Cristo, y como hilos de oro van de un extremo al otro de la obra y la experiencia cristiana... Grabemos en la mente el hecho de que la misericordia y el amor del Señor deben manifestarse a los hijos de Dios. Busquemos por cielo y tierra, y no encontraremos otra verdad más definidamente revelada que la que se manifiesta en misericordia precisamente para los que necesitan su simpatía a fin de quebrantar todo yugo y dejar en libertad a los oprimidos. De ese modo la verdad se vive, la verdad se obedece, la verdad se enseña... Hay mucha verdad que se profesa, pero la que se práctica al aliviar las necesidades de nuestros semejantes ejerce una enorme influencia, llega hasta el cielo y abarca la eternidad. Toda alma que habita este mundo está sometida a juicio; la experiencia de cada ser humano, la historia común de la vida nos dice en términos inconfundibles si pone en práctica las palabras y las obras de Cristo. Constantemente se repiten una cantidad de cosas que sólo Dios ve; aplicar a esas cosas los principios de la verdad producirá una preciosa recompensa. Casi todos son capaces de reconocer las cosas grandes e importantes, pero su vinculación con lo que se supone son los aspectos menos importantes de la vida, de manera que se los pueda ver como una unidad, es algo que los profesos cristianos hacen muy pocas veces... La verdad divina ejerce una influencia mínima sobre nuestros semejantes, en circunstancias que esa influencia debería ser muy grande por medio de nuestra práctica de ella. La verdad, la preciosa verdad, es Jesús en la vida, un principio viviente y activo.—Manuscrito 34, del 3 de agosto de 1894.
Génesis 1:29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. Ezequiel 4:9,11 Y tú toma para ti trigo, cebada, habas, lentejas, millo y avena, y ponlos en una vasija, y hazte pan de ellos el número de los días que te acuestes sobre tu lado; trescientos noventa días comerás de él. Y beberás el agua por medida, la sexta parte de un hin; de tiempo en tiempo la beberás
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