Justificados
por la fe, 14 de abril
Justificados,
pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor
Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la
cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de
Dios. Romanos 5:1, 2. AFC
110.1
Cuando
Dios perdona al pecador, le condona el castigo que merece y lo trata como si no
hubiera pecado, lo recibe dentro del favor divino y lo justifica por los
méritos de la justicia de Cristo. El pecador solo puede ser justificado
mediante la fe en la expiación efectuada por el amado Hijo de Dios, que se
convirtió en un sacrificio por los pecados del mundo culpable. Nadie puede ser
justificado por ninguna clase de obras propias. Puede ser liberado de la
culpabilidad del pecado, de la condenación de la ley, del castigo de la
transgresión solo por virtud de los sufrimientos, muerte y resurrección de
Cristo. La fe es la única condición por la cual se puede obtener la
justificación, y la fe implica no solo creer, sino confiar... AFC
110.2
Se
representa al pecador como a una oveja perdida, y una oveja perdida nunca
vuelve al aprisco a menos que sea buscada y llevada de vuelta al redil por el
pastor. Nadie puede arrepentirse por sí mismo y hacerse digno de la bendición
de la justificación. Continuamente el Señor Jesús procura impresionar la mente
del pecador y atraerlo para que contemple al Cordero de Dios que quita los
pecados del mundo. No podemos dar un paso hacia la vida espiritual a menos que
Jesús atraiga y fortalezca el alma, y nos guíe para experimentar el
arrepentimiento del cual nadie necesita arrepentirse... AFC
110.3
La
fe que es para salvación no es una fe casual, no es el mero consentimiento del
intelecto; es la creencia arraigada en el corazón que acepta a Cristo como a un
Salvador personal, segura de que él puede salvar perpetuamente a todos los que
acuden a Dios mediante él. Creer que él salvará a otros pero que no te salvará
a ti, no es fe genuina. Sin embargo, cuando el alma se aferra de Cristo como de
la única esperanza de salvación, entonces se manifiesta la fe genuina. Esa fe
induce a su poseedor a colocar todos los afectos del alma en Cristo.—Mensajes Selectos 1:456-459. AFC 111.1
Comentarios
Publicar un comentario